Hace unos días fueron los famosos premios Oscar, no os voy a hablar de las pelis, ni de los
modelitos de las famosas, que algunos también tenían su aquel, os voy a hablar
sobre los concursos en si, de lo que se siente al ser uno de los participantes.
¿Os habéis presentado alguna vez a un concurso? No de Patchwork, sino de
cualquier cosa a la que te dediques o seas aficionado, ya que el final es el
mismo.
Empiezas (por lo menos en mi caso), buscando a cuál te puedes presentar, o
mejor dicho, en cual estás dentro del plazo, o más claro aún, a cual aun
estando dentro del plazo, serás capaz de presentar un trabajo lo suficientemente
digno. Esto último es importante, puesto que llevo dos años queriéndome presentar
al concurso del Festival de Sitges pero no se como me organizo que nunca llego,
aunque como dijo Escarlata “A dios pongo por testigo…” que un día terminaré mi
quilt para Sitges.
Cada concurso tiene sus características, en unos tienes un estilo libre, en
otros tienes que cumplir una serie de requisitos, por ejemplos que todas las
participantes deben usar el mismo conjunto de telas y otros, tienen un ganador
absoluto pero a la vez hay subcategorías.
Pues si ya tienes claro a dónde vas, ahora viene lo divertido el proceso de creación, diseñar tu
trabajo, elegir las telas y en otros donde irá cada una de las obligatorias,
sacar los patrones y echarle horas, muchas horas. Y como ya dije en un post
anterior, lo del tiempo lo llevo verdaderamente mal, aunque al final siempre
llego a los plazos (vale menos al de Sitges jeje).
Una vez lo has terminado y mandado a su lugar correspondiente te surgen las
dudas, y si lo hubiera completado así, y si le hubiera cambiado lo otro, pero
ya da igual no hay remedio ni vuelta a atrás, así que toca esperar la decisión
del jurado o la votación popular…. Que larga es esa espera, siempre dices para
consolarte (bueno y para quedar bien con la gente), que no vas a llevarte nada,
que hay gente mejor que tu, que lo importante es participar, pero en el centro
del estómago hay una pequeña mariposa que tiene esperanza ¿Por qué no?, si mi trabajo ha quedado muy
bonito, igual soy yo ¿te imaginas?...
Y de repente, un día recibes una llamada de teléfono en la que te dicen que
te has llevado un premio, y te explican en que consiste y tú estás escuchando,
pero la cabeza te va a mil por hora, intentando convencerte de que sí eres tu.
Siiiii? soy Yo?. Tomaaaaa, es una alegría tremenda.
Aunque también pasa que no te llama nadie y pasas ese día sin pena ni
gloria intentando no darle importancia, pero en el fondo estás más quemado que
la pipa de un indio. Pero qué le vamos a hacer, lo importante es participar (se
dice así verdad???).
Yo me he presentado a varios pero solo me he llevado un 2do premio en el 6ºconcurso de BCN Patchwork. Fue la primera vez que me presentaba a un concurso,
y la primera vez que me llevaba un premio así que fue como mi Oscar particular.
Os puedo asegurar que todas esas sensaciones desde la búsqueda del concurso
hasta esperar el resultado merecen la pena, así que ya me contareis a cual os
presentáis, igual hasta coincidimos.