Y por fin llegó marzo y con él muchas cosas el cambio de hora, la cuaresma,
empiezan a alargar las tardes y como no el Festival Internacional de Sitges, algunos
sabréis lo que es y otros no, para los segundos no os perdáis la curiosidad del
miércoles y para los demás seguro que me comprendéis.
Llevo casi un año esperando a que vuelva. Este es el tercer año consecutivo
que voy y lo disfruto como una niña, es como cuando iba a la feria cuando era
pequeña, estaba llena de atracciones para disfrutar, pues aquí lo mismo hay
cursos, exposiciones, las carpas con las tiendas de patchwork, y lo mejor de
todo, la compañía. Este año vamos un día más, el jueves por la tarde ya estamos
allí, así que tengo un día más (la única pega es que es
un día más de ver cosas y gastar, jajaja).
Sitges es un pueblo costero mediterráneo con los típicos encantos de los
pueblos costeros mediterráneos, pero sinceramente me da un poco igual, lo que
más me interesa del pueblo es el paseo de la Ribera, no por lo bonito de sus
vistas, que las tiene, sino porque es ahí donde instalan las tres carpas con
más de 100 tiendas de patchwork de toda España.
El primer día no quieres comprar nada, porque claro ¿y si luego no te queda
para lo que realmente interesa?, el segundo te das cuenta que o espabilas o te
vuelves sin nada de lo que te interesaba, y el tercero te dedicas a comprar
como una posesa porque no sabes si cuando vuelvas a pasar por el stand quedará
algo. Simplemente el movimiento de la mano de una señora hacia una tela puede hacer que siete más se tiren como leonas
hacia las misma, que no es especialmente bonita, pero para algo servirá, y si
luego la necesito para cualquier cosa y no la tengo.
Pues esto es básicamente lo que sucede durante estos tres días. Vuelves con
la maleta cargada de telas, alfileres, asas, patrones, cintas, boquillas…. Todo,
todo, todo, imprescindible, tanto es así que la semana pasada ordenando el
cuarto de costura me encontré la bolsa con todas las cosas que había comprado
el año pasado intactas, y me dije, que pasada…
Igual tengo un principio de síndrome de diógenes pachero, pero qué le vamos
a hacer, como dijo Joe E. Brown en Con faldas y a lo loco “nadie es perfecto",
así que empieza la cuenta atrás Sitges allá voy… Nos veremos allí?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario!